lunes, 11 de julio de 2011

Olvido, palabras y despedidas

Oscar Peterson tituló a una de sus obras musicales con una verdad que  aunque triste se cumple en la vida de cada uno… Ev`ry time We say goodbye…

Al son maravilloso de un bajo que apenas y se escucha, acompañado de la agilidad de unos dedos que le permiten al piano hablar de su añoranza, suavemente el sonido de la tarola y esterbil  se van introduciendo en la melodía …  juntos crean aquella sensación de nostalgia de la que vienen cargadas las despedidas…

 Me pongo a pensar en las palabras… pero en las palabras que se dicen y no se concretan en una acción… palabras que al momento mismo de salir de los labios, flotan y se hacen uno con el viento…

Las despedidas casi siempre están acompañadas de palabras, pocas o muchas, da igual. Muchas son sinceras, y otras se esfuman como humo, estas son fáciles de olvidar solo basta que algo te las haga olvidar para que entonces como una gota de agua que cae en el mar se funda y se pierda…

La palabra, recurso aprovechado en gran manera por unos y esquiva para otros… son ellas las que me permiten hoy sacarme esto que llevo dentro… los que la han aprovechado conocen de su poder para destruir, para edificar, para conquistar, para envolver y cautivar… como verdadero arte se presenta “la palabra”… sin embargo hay quienes no gozan de sus bien agraciados beneficios y sin duda conseguir lo que quieren se les  hará más difícil…

¿Qué se haría en esta vida si creyéramos todo lo que nos dicen? ¿Qué ocurriría si no aprendiéramos a ser más cuidadosos al momento de creer en las palabras de otros? De seguro que las calles estuvieran llenas de frustraciones con personas, de penas con una inmensa persona en sus espaldas, de sonrisas apagadas por personas que no las dejan vivir, alegrías y sueños  empañados  por un color de persona…triste!.. esa es la realidad… hay un mundo de tristeza que no se puede deshacer de las personas.

Si aprendiéramos más de nuestros errores y cómo un  felino nos moviésemos con cautela, las minas del campo no nos amenazarían, pero ¿porqué caminar en un campo minado, no es mejor ir por campos seguros?… el problema es que no existen campos seguros, en todos estaremos expuestos a cierto grado de peligro,…  sin duda nuestra principal arma será la cautela, el ver y no escuchar…

Como las palabras, como las despedidas, como el olvido, todas tienen en común el factor tiempo… el tiempo las pone a prueba.


Un sabio concejo, que alguna vez me dieron, en una de esas conversaciones de mujeres adultas a jovencitas inexpertas… a los hombres se les debe creer las acciones, no las palabras, solo cuando cumplan con lo dicho se puede creer en ellos. Pero quién ha dicho que las mujeres no queremos palabras? Claro que sí!... pero queremos también los hechos… y esto no es una exigencia, tan solo debería brotar cómo algo natural…

Quién intente refutar lo dicho… solo diré… más sabe el diablo por viejo que por diablo!

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